Dificultad: Paseo
Duración: Diez minutos
Centro de interpretación:
Martes a sábado 9:00-17:00. Domingos: 10:00-15:00. Tarifa: 2,50 €
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El barranco de Guayadeque es uno de los más largos y profundos de Gran Canaria. Incluso desde el aire, esta enorme depresión llama la atención por lo abrupto de sus paredes y su exuberante vegetación. En sus más de veinte kilómetros de longitud, recoge varios tipos de flora y fauna, además de endemismos propios del propio barranco. Nace en la cumbre, a casi 1.400 metros, en la Caldera de los Marteles, y llega hasta la costa del municipio de Ingenio.
Guayadeque destaca sobre todo por el alto valor arqueológico que posee, pues en ella se hallaron la mayoría de momias y enseres prehispánicos del Museo Canario. En el siglo XIX, fue bastante común ver en la zona a los llamados 'barranqueros', que, pertrechados con palos y cuerdas, ascendían a cuevas horadadas en las paredes más verticales del barranco para recuperar momias para el Museo Canario.
Para acceder a Guayadeque, hay que seguir este itinerario:
Comenzamos nuestra ruta en el centro de interpretación de Guayadeque, situado a la entrada del barranco, a la izquierda. En él, multitud de paneles y elementos multimedia nos explican aspectos propios del barranco, desde elementos botánicos a etnográficos. Hay que mencionar que Guayadeque posee además un riachuelo que se encuentra en el lado derecho del barranco, lo que facilitó el asentamiento humano en esta zona. Prueba de ello son los molinos que aún hoy perduran a lo largo del barranco.
Seguimos barranco arriba, bien en coche o andando, y contemplaremos varios grupos de cuevas en las más escarpadas laderas. Las más grandes han sido acondicionadas como restaurantes y ermitas. Sin embargo, entre todas ellas, hay un grupo que destaca sobremanera, en el lado derecho del barranco. Es el conjunto de 'Cuevas Muchas'. A primera vista, parece casi imposible acceder a las más altas. No obstante, debemos saber que se trata en realidad de un entramado de cuevas con pasadizos interiores por los que se puede alcanzar las estancias más altas. Se cree que pudieron servir como graneros.
Continuamos nuestro recorrido, observado incluso panales de abejas jalonados a lo largo del camino. No olvidemos que en este lugar se produce la ´Miel de cactus de Guayadeque', de excelente sabor. Tras unos diez minutos en coche, llegaremos a una curva pronunciada en una pequeña ladera en la que existe un restaurante. Si pedimos permiso, podremos dejar el coche ahí y seguir por un pequeño sendero de cemento al final del parking para visitar el poblado de Montaña Bermeja. A lo largo de quinientos metros, este conjunto de casas cuevas son un ejemplo de la adaptación humana al medio natural. Existe una tienda de souvenirs abierta al público, por lo que podemos visitar una de estas cuevas para conocer de primera mano cómo eran estas peculiares viviendas.
El sendero acaba en un mirador desde el que se puede disfrutar de una preciosa panorámica de este serpenteante barranco.
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