Duración:
2.5 horas
Longitud:
10 km
Dificultad:
Paseo
Ver toda la informaciónLa circular de Tamadaba es una de las rutas más sencillas y bellas que pueden hacerse en la isla, ya sea a pie o en bicicleta. El camino, al ser llano, no reviste dificultad, por lo que el senderista podrá disfrutar de hermosas vistas de las presas de Tamadaba, del roque Faneque, de la mesa de Acusa, o de la aislada playa del Risco.
Para acceder a Tamadaba, debemos acercarnos hasta el pueblo de
Artenara, y de ahí, seguir las indicaciones que llevan al pinar de Tamadaba.
Existe un mirador de piedra antes de comenzar la ruta. Merece la pena pararse a
contemplar todo la Caldera desde esta hermosa atalaya.
Este reducto de pinar es el
mejor conservado de Canarias. Si difícil ubicación le salvó de la intensa tala
que tuvo lugar en los siglos posteriores a la conquista castellana, y que
esquilmó los bosques que existían en Gran Canaria. Hay que mencionar que el
tráfico está permitido, por lo que debemos extremar las precauciones a la hora
de caminar por esta pista de tierra.
Comenzamos nuestra ruta por la parte derecha, ya que el camino es de
un sólo sentido. Desde aquí podremos ver las primeras presas. Seguimos la ruta
y veremos el inicio del camino de los romeros, que desciende por San Pedro hasta
Agaete.
Si seguimos por la pista de tierra, veremos una bifurcación que lleva
hasta la zona de acampada y recreativa. Hay que resaltar que para acampar en
Tamadaba, al igual que en otras zonas de la isla, hay que solicitar un permiso
al Cabildo. Cómo solicitar permiso de acampada:
·
Directamente en la OIAC, en
la calle Bravo Murillo, número 23. Se
accede por la trasera de la calle Pérez Galdós. Planta Baja. (Las Palmas
de Gran Canaria)
·
Por teléfono: 928 21 92 29
·
Por email: oiac@grancanaria.com
Seguimos rodeando este espectacular pinar y contemplaremos panorámicas
excelentes de la zona oeste de gran Canaria, como la mesa de Acusa, la playa
del Risco, el Roque Faneque, la prehistórica playa de las Arenas, o el macizo
del aserrador. La altura a la que nos hallamos, a mil metros sobre el nivel del
mar, convierten a Tamadaba en un mirador excepcional para contemplar gran parte
de la costa oeste de la isla. El bosque de Tamadaba ocupa una extensión de 75.3 km 2, y en él pueden hallarse no sólo pinos, sino cedros canarios. La ruta culmina en el punto que iniciamos con anterioridad, con una excelente vista de la Caldera de Tejeda.
Hay que señalar que Tamadaba, junto a Inagua, forman parte del
corredor del pinzón azul, especie endémica de las islas. Actualmente se lleva a
cabo una intensa reforestación para conectar estas dos grandes masas boscosas
para que esta ave pueda tener un área mayor para su superviviencia.
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