Dificultad: Media
Longitud: 8,5 kilómetros
Esta vez nos vamos de ruta a uno de los pulmones verdes de
Gran Canaria. Recorreremos la caldera de los Pinos de Gáldar, una de las
últimas en erupcionar en la isla, caminaremos por uno de los pinares mas
antiguos de la isla y visitaremos uno de los pueblo mas húmedos y fríos de la
isla, Fontanales, donde las brumas recorren cada uno de sus rincones,
proporcionando ese inmenso e intenso tono verde que predomina esta zona.
Nuestro camino parte desde el pueblo de Fontanales, al que se
llega desde la GC-75. Para llegar a este enclave, podemos tomar dos vías.
Podemos subir desde la GC-2 en el desvío que marca dirección 'Moya', y, una vez
tomado este camino, seguir las indicaciones que nos llevan hasta el pueblo de
Moya, y, una vez llegados allí, tomar la carretera marcada como GC-75.
O bien, podemos tomar la GC-2, y, una vez que casi lleguemos
al pueblo de Santa María de Guía, tomar la GC-70, y el desvío que nos lleva a
Montaña Alta. Quizás esta opción sea mejor si nos mareamos mucho en coche, ya
que tiene menos curvas y la carretera es mas ancha que la opción anterior.
Una vez llegados al pueblo de Fontanales, podemos aparcar el
coche y tomamos la carretera GC-75, abandonándola en el punto que marca la
foto, dirección 'El Tablado-Artenara', y a pocos metros nos encontraremos un
letrero que nos indica que entramos en área protegida.
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Caminamos por este coqueto bosque de pinos, donde la lluvia horizontal
y las brumas juegan con las ramas de los árboles, creando una sensación de
ensoñación permanente. Durante el paseo, podremos comprobar cómo el musgo que
se ancla en los troncos de los árboles centenarios que nos marca el norte.
Seguimos sendero arriba, hasta encontrarnos en Lomo Galeote, cuya ubicación la
marca un poste del Cabildo.
Seguimos dirección Artenara, en una fuerte pendiente. En esta
parte el picón volcánico ya empieza a ser visible, lo que nos marca que ya
estamos en la falda del volcán. Conviene ir haciendo pequeñas paradas en esta
fuerte subida, no solo por lo empinado de la subida, sino porque podremos
disfrutar de un bosque de ensueño, y uno de los mejores pinares de Gran
Canaria. Cuando ya alcancemos la carretera, giraremos a la izquierda, hasta el
mirador de la caldera de los Pinos de Gáldar, declarada monumento natural por
la importancia paisajística y geológica que sus paredes encierran.
Cabe destacar que esta Caldera está a 1350 metros sobre el
nivel del mar, y tiene un diámetro de trescientos metros. En ella, podemos
contemplar los diferentes estratos que se han ido formando, y que dan origen a
esa coloración tan peculiar, y que dan idea de la magnitud y violencia de la
explosión que allí tuvo lugar.
Una vez allí, seguiremos recto por la GC-21, donde nos indica
el cartel 'Valleseco-Galdar-Las Palmas de Gran Canaria', hasta encontrarnos una
curva marcada con un coqueto hito que marca la entrada al municipio de Moya donde, tras cruzar con mucha precaución, descenderemos en línea recta
por esta pendiente, cuidando de no pisar la pinocha en el camino, que es muy
resbaladiza y nos puede dar varios sustos durante el trayecto.
Esta parte del trasero es muy bonita, y la vegetación de
pinos es abruptamente cambiada por árboles de eucalipto blanco, cuyo efecto
sobre la tierra es devastador. Seguimos avanzando hasta llegar a una vadeada
con un edificio de piedra , destinado para el agua y giraremos hacia la
izquierda, siguiendo el sendero. Poco tiempo después, una coqueta finca nos
indicará que a partir de este punto, la cuesta se complica. Pero, como en todo,
la visión casi bucólica de un rebaño de ovejas que, tranquilas, también hace su
propio camino, nos distraerá de este contratiempo.
Continuamos bajando por el sendero, tomando cuidado en las
partes mas comprometidas, hasta llegar al campo de fútbol de Fontanales, que
dejaremos a mano izquierda, mientras seguimos descendiendo, y pasar por debajo
de un puente, y continuaremos hasta llegar otra vez al pueblo de
Fontanales, girando a la derecha en cuanto alcancemos el parque infantil,
poniendo fin a esta preciosa ruta.
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