Caldera de Bandama

Distancia: 4 kilómetros -aprox-
Duración: 2 horas
Dificultad: Fácil
Época: Otoño, primavera.




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La ruta que vamos a realizar es bien sencilla, y espectacular, ya que recorreremos el cráter de uno de los volcanes mejor conservados de las islas. Las panorámicas de las que disfrutaremos nos harán olvidar un pequeño tramo de subida hasta casi el pico y que constituye la única dificultad de este hermoso paseo.

Para comenzar la ruta, hemos escogido hacerla en sentido inverso a lo marcado por los letreros, para empezar por el Campo de Golf de Bandama. Para llegar hasta allí, hay que seguir esta ruta:

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-Iremos por la GC-4 dirección Santa Brigida hasta llegar a la primera rotonda que nos encontraremos 

-Tomar la tercera salida, indicada con el cartel ´Bandama'
-Seguir dirección al Campo de Golf

Una vez que estemos en  los aparcamientos del club de Golf, veremos un tramo de escaleras que baja justo enfrente de recepción, en el extremo del aparcamiento. Está al aire libre, -existe otra escalera tapada y es exclusiva para los socios del club-  que nos llevará hasta una carretera de tierra que conduce al Hotel Bandama. Durante el trayecto, podemos disfrutar de las vistas del campo de golf de Bandama con la cumbre como telón de fondo. Avanzamos hasta que veamos un letrero de madera que indica 'Circular de la Caldera' y vamos descendiendo por el camino de tierra.

Se trata de una pista relativamente ancha y en buen estado, por lo que no debemos preocuparnos por buscar el camino. Desde esta preciosa atalaya, podemos contemplar impresionantes panorámicas de la isla, y la magnitud de este inmenso cráter que no deja indiferente a nadie. Los numerosos viñedos de la zona, con  sus espejos clavados en la tierra para alejar a las palomas, constituyen una curiosa  vista.

 El paseo transcurre con normalidad, salvando un tramo donde es preferible no mirar hacia abajo si se sufre de vértigo, pero no entraña riesgo alguno. La circular termina en una fuerte pendiente que nos lleva hasta la carretera que sube al pico. Aquí hay que coger un poco de aire y resignarse. Una vez en la carretera, se puede optar por subir al pico para contemplar la vista, o bien bajar por la carretera hasta el primer cruce. Una vez aquí, tomar a la derecha. Durante este tramo, podremos disfrutar de coladas de lava y ver el paso que siguieron hasta la superficie. 

A la izquierda de la carretera, veremos una calle empedrada con  una verja metálica que baja hasta el fondo. Si optamos por descender los casi 170 metros de bajada, veremos que existe un conjunto de cuevas prehispánicas llamadas ´Cuevas de los Canarios´, a las que se accede mediante un sendero. Merecen una visita. Si no nos animamos, tomaremos el camino empedrado y giraremos a la derecha, hacia unos merenderos de picón. Seguimos recto hasta llegar a un pequeño campo de fútbol de tierra. Justo en la mitad, existe un camino que sube otra vez hasta los aparcamientos del Club. Ruta concluida.

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