Duración: 3 horas
Dificultad: Media
Época: Primavera, otoño, invierno.
Época: Primavera, otoño, invierno.
La caminata que proponemos parte del muro de la presa de Chira y nos lleva hacia el mirador de Soria, desde donde se contempla una estupenda panorámica de este embalse, el mayor de Gran Canaria, con capacidad para más de treinta y dos millones de metros cúbicos de agua. Es una interesante alternativa al clásico paseo circular que se hace por la presa. La ruta en sí no reviste dificultad, pero sí tenemos que recalcar que el terreno es pedregoso y resbaladizo en algunos tramos, por lo que se recomienda llevar bastón y botas de media caña. Hay que prestar atención en algunos puntos, ya que el camino no está bien señalizado.
Para llegar a Chira, tenemos que llegar hasta el pueblo de Cercados de Araña. Hasta él se puede acceder desde el norte o el sur por la GC-60, y desviarse en la salida 'Presa de Chira', por la GC-604. Desde la intersección hasta llegar al pueblo son apenas seis kilómetros, por pista asfaltada. Una vez pasado el pueblo, seguimos por la carretera bordeando la presa. Podemos dejar el coche en las pequeñas explanadas cercanas al muro, en las inmediaciones del Albergue de Chira, que se encuentra al final del embalse.
Comenzamos tomando una pequeña vereda a la derecha de la carretera que nos conduce al muro de contención de la presa. Avanzamos por él hasta llegar al final, donde giraremos a la izquierda, por el camino de cemento, que transcurre paralelo a una tubería de hormigón. Seguimos hasta el punto donde muere la tubería y giramos a la izquierda, subiendo la montaña. Nos guiaremos por los mojones de piedra que nos marcan el camino. La subida requiere algo de tiempo, ya que es algo empinada, pero la vista desde allí compensa el esfuerzo.
Una vez arriba, nos toparemos con una pista de cemento y una torreta eléctrica. Giramos a la izquierda, descendiendo. Tomamos el amplio camino, contemplando el Barranco de Chira, hasta llegar a un letrero que indica 'Las Cuevas', con unas casas al fondo. No seguimos la dirección de la flecha, sino que giramos a la izquierda por la pista de tierra, en dirección a la pequeña montaña que tenemos en frente con una cruz en su cima.
Avanzamos hasta llegar a una bifurcación donde nos encontraremos un camino vecinal que desciende zigzageante por la montaña. A la izquierda el camino lleva a la cruz y a un mirador con una antena. Un sendero de brillantes mojones blancos al fondo nos marca el camino a seguir. Tomamos la pista vecinal de la derecha y bajamos entre cultivos hasta llegar a un banco de piedra, desde donde podemos divisar el embalse de Soria. Esta es una parte donde hay que prestar atención, ya que el sendero que baja nos lleva hasta la presa, por lo que debemos subir la montaña que tenemos delante con unos peculiares roques en su cima. Cabe destacar la panorámica.
Ascendemos hasta la cima coronada con los pequeños roques y continuamos en dirección a las cuevas. El sendero aquí no está nada claro. Existen multitud de mojones dispares entre sí, por lo que la opción más recomendable es ir bajando en dirección a las cuevas y a la ventana. Al llegar al espectacular arco de piedra natural, veremos una panorámica del embalse difícil de olvidar. Si se atraviesa el arco, se debe hacer con precaución, ya que termina en un pronunciado risco. Si es época de lluvias, incluso veremos las cascadas que descienden por los caideros que llevan el agua de una presa a otra.
Así que seguimos ascendiendo y atravesamos varias casas con huertos y un embalse a nuestra izquierda, llegando a una casa con una cadena. Subimos por el pequeño montículo a nuestra derecha y llegamos otra vez a la bifurcación con el letrero 'Las Cuevas'. Tomamos el camino que desciende por donde hemos venido hasta la torreta eléctrica, nuestro punto de referencia, y bajamos hasta la presa, donde podemos disfrutar del resto del día en este oasis de tranquilidad.